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Hola, bienvenidos al blog, en este sitio, se tratarán temas de sociedad, procurando decir verdades, que si bien no son absolutas, si procurarán decir cosas coherentes y dar a entender un punto de vista más.

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jueves, 19 de agosto de 2010

NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO ES EL ÉXTASIS

Volteas a ver a la persona que atiende en las cajas del banco, la persona que te atiende en el McDonald´s, quien te atiende en la papelería, al cajero o cajera del centro comercial, incluso a la edecán de la sonrisa cansada en cualquier lugar donde haya una edecán (uno de cada 2 pasillos del área de comidas en tu centro comercial más cercano) y ¿qué es lo que ves? ¿De verdad ves a gente que proyecta lo que simula? En el banco, ¿se ve feliz de tener empleo el cajero?, quién te ha atendido en el McDonald´s está satisfecho de su labor, ¿a pesar de que le piden atender de buena forma a la gente y que existe dinero de por medio? ¿La edecán de la sonrisa cansada se ve contenta de poder ofrecer un producto que “seguramente nunca jamás habías visto”? y tendrá que soportar las miradas de la demás gente “preocupada” por hacer bien sus compras, o con la mirada “concentrada”, cuando lo único que está sucediendo en realidad es que las personas ya no están felices con su rutina…
En cualquier momento de nuestras vidas hemos sentido ese sentimiento, ese vacío de no saber exactamente de lo que está pasando a nuestro alrededor y que las cosas las hacemos más bien por impulso y no por convicción, podríamos verlo de otro punto de vista, hacerlas por impulso y encontrar lo hermoso en él, quizá nuestro sistema, nuestra vida ha alcanzado un punto en el que la gente misma te orilla a seguir instrucciones no escritas de cómo vivir, pero también se las han arreglado para darnos instrucciones de como desanimarnos, haciendo todo, sin pensar, sin emoción.
En la rutina puede haber algo que no hemos encontrado aún, quizá un nuevo can en la jauría callejera fuera de casa, quizá una señora enojada porque no le dejan cruzar la calle, quizá la lluvia que nos molesta divierte a unos niños a escasos metros de distancia de nosotros.

Pienso que como humanos, como las personas que somos hemos olvidado lo bien que nos viene el sentir esa satisfacción de encontrar algo nuevo, como el bebé se emociona porque ha descubierto en el mundo lo que es una corcholata, como el cachorro se emociona, pues ha encontrado que puede jugar a morder a sus hermanos, como la lluvia vuelve feliz a los niños a esos metros de nosotros no importándoles que serán regañados cuando lleguen a casa, puesto que debe haber un equilibrio, diversión con lluvia (que no saben que es ácida, contaminada, con miles de millones de compuestos químicos que sus padres y las demás personas han enviado al cielo para caer en forma de precipitación) y juego con sus amigos a cambio de diez minutos de regaño, y quizá lavar (¿por qué voy a la lavar si ya llegué mojado?) su ropa… Suena bien.

La sociedad hoy en día no nos permite “mojarnos” en felicidad, en encontrar todo lo hermoso y placentero que hay en el mundo, en que el estado de ánimo debería de estar en esas reglas no escritas y no aparezca solamente en libros de tipo de autoayuda y autoestima, deberían de escribir la regla de disfrutar en las reglas no escritas de la vida, de verdad, deberían, debería aparecer en la frente de las personas: para pertenecer aquí deberás lidiar con un gran problema… Nuestro estado de ánimo es el éxtasis.

Pero como aún no podemos hacerlo, no nos queda más que disfrutar lo que los demás no quieren, pero tenerlo reservado para todo aquel que guste de conocernos, no vernos avaros, no ser patético y por lo tanto permitir a la gente que curiosee al vernos felices, permitirles saber que el éxtasis, puede ser un estilo de vida.

Después de mucho tiempo de no escribir nada, con la promesa de ya mantener el blog, la esperanza de comenzar a subir videos y con algunas reflexiones que me han nacido, les deseo lo mejor, gracias.